martes, 30 de junio de 2009

Los ochos elementos del marketing mix en los servicios





Los ochos elementos del marketing mix en los servicios
3. Los ocho elementos del marketing mix en los servicios
Como sabemos, las enseñanzas clásicas del marketing nos dicen que los cuatro elementos del marketing mix (las "4P") son: producto, precio, plaza (o distribución) y promoción (o comunicación). Somos conscientes de la extrema importancia que tiene este enfoque estratégico para la gestión del marketing. Pero, es necesario que nos preguntemos:
¿Se puede utilizar en el marketing de servicios el enfoque clásico de las "4P" del marketing mix?
EVOLUCIÓN DEL MARKETING MIX EN EL ÁREA DE LOS SERVICIOS
Como resultado de las debilidades identificadas en el modelo clásico del marketing mix, en la actualidad se ha llegado a una conceptualización aplicada al marketing de servicios:
Basada en ocho elementos que integran lo que se conoce como MARKETING MIX AMPLIADO.
La razón de esta ampliación radica en que:

Si los responsables de un servicio centran toda y únicamente su atención en las "4P" clásicas, con toda seguridad estarán

DESCUIDANDO PELIGROSAMENTE

otros factores y elementos que son, para los clientes, más importantes y determinantes que los cuatro elementos tradicionales.
Si los responsables de un servicio centran toda y únicamente su atención en las "4P" clásicas, con toda seguridad

ESTARÍAN LIMITANDO SU PROPIA GESTIÓN,

afectando negativamente las posibilidades de lograr altos niveles de satisfacción entre los clientes de los servicios que comercializan sus empresas.
Y debemos recordar que la satisfacción de los clientes es el camino que lleva directamente a la participación de mercado (en los servicios no existe otra vía).

EL MARKETING MIX AMPLIADO

La versión del marketing mix que se aplica en los servicios se "apellida" ampliado porque utiliza los cuatro componentes clásicos, pero incluye, además, otro cuatro elementos que:
Son determinantes en el sector de los servicios y, en consecuencia, requieren de un tratamiento y atención individualizados, constantes y precisos.
Nos referimos a:

· PERSONAS· PROCESOS· PRESTACIÓN/ENTREGA· ELEMENTOS FÍSICOS (Phisical evidences)

En el marketing de servicios esos cuatro elementos deben ser considerados como componentes independientes del marketing mix con el fin de darles una atención muy especial.
La razón de la inclusión de los cuatro elementos adicionales radica en que:

Primero Los cuatro pueden llegar a ser determinantes en la satisfacción de los clientes.

Segundo Los cuatro intervienen en los procesos de decisión de compra de los clientes.

Tercero Los cuatro pueden ser utilizados para diferenciar un servicio básico de otro y, en consecuencia, pueden ser fuente de importantes ventajas competitivas.
Cuarto Los cuatro pueden ser utilizados para incrementar el valor percibido por los clientes lo que incrementa las probabilidades de aceptación de los servicios comercializados por la empresa.
En resumen, el marketing mix ampliado se plantea en función de los siguientes ocho elementos y de ahí su nombre de "modelo de las 8Ps"
- PRODUCTO/SERVICIO BASE- PERSONAS
- PRECIO
- PROCESOS
- DISTRIBUCIÓN (PLAZA)
- PRESTACIÓN/ENTREGA
- COMUNICACIÓN (PROMOCIÓN)
- PHYSICAL EVIDENCES
- (ELEMENTOS FÍSICOS)

PRODUCTO

- Rango
- Calidad
- Nivel
- Nombre demarca
- Línea deservicios
- Garantías
- Servicio post-venta
- Y similares
PRECIO
- Niveles
- Descuentos
- Bonificaciones
- Comisiones
- Plazos de pago
- Valor percibido por el cliente
- Diferenciación en calidad
y/o precio
- Y similares

DISTRIBUCIÓN

- Localización
- Accesibilidad
- Cobertura,distribución
- Alcance de lacobertura
- Y similares
COMUNICACIÒN

- Publicidad
- Venta personal
- Promoción de ventas
- Publicaciones
- Relaciones públicas
- Publicity
- Y similares
PERSONAS

- Entrenamiento
- Compromiso
- Incentivos
- Aspecto
- Conducta
- Actitudes
- Profesionalidad
- Participación
- Contacto con el cliente
- Marketing interno
- Trabajo enequipo
- Cultura deempresa
- Participación de los clientes
- Y similares
PROCESOS
- Políticas
- Procedimientos
- Tecnificación
- Participación de la dirección
- Flujo de actividades
- Línea de visibilidad e interacción
- Nivel de participación de los clientes
- Y similares

PRESTACIÓNENTREGA
- Diseño del contacto cliente
-empresa
- Formación del personal de contacto con los clientes
- Protocolos yprocedimientos
- Estándares de calidad durante la prestación
- Listas de comprobación
- Y similares
ELEMENTOS FISICOS
- Medio ambiente
- Muebles
- Colores
- Disposición
- Nivel de ruido
- Equipos
- Bienes auxiliares
- Señalización
- Forma de vestir del personal
- Cartas, informes, instructivos, tarjetas, manuales
- Y similares
Como puede verse, cualquiera de los elementos incluidos en la versión ampliada del marketing mix que se aplica en los servicios puede tener un impacto positivo o negativo en la percepción de los clientes. Si este impacto es negativo, por descuido, desconocimiento o porque los responsables no le prestan la debida atención individualizada, las consecuencias pueden ser desastrosas para el éxito de mercado del servicio en cuestión. De ahí el gran peligro que implica limitarse a considerar sólo los cuatro elementos clásicos. (¡Nunca caiga en esa trampa!)
4. Factores clave para el éxito en el marketing de servicios
Como hemos visto, los servicios son muy diferentes a los productos. En consecuencia, la gestión de los mismos debe poseer características también muy propias, con énfasis en algunos aspectos que en una empresa de tangibles podrían ser descuidados e, incluso, ignorados, sin grandes consecuencias.
A este respecto, Sergio Cherubini, en su libro Marketing dei Servizi (Franco Angeli Editori, 12ª edición, Milano), plantea un enfoque que compartimos parcialmente, al señalar los factores clave (elementos sine qua non) que deben ser considerados con especial interés y atención para alcanzar el éxito en la gestión de los servicios. A partir de los planteamientos de Cherubini, hemos elaborado nuestra propia lista de factores clave para el éxito (FCE) en el marketing de servicios, que son los siguientes:

1. Integración entre marketing, personal y "producción"

2. "Industrialización" de los servicios ofrecidos

3. Gestión de los clientes "uno-a-uno"

:4. Contemplar la participación y educación del cliente.

5. Marketing interno.

6. Gestión estratégica de la imagen

7. Lograr el equilibrio

8. Constantes investigaciones de marketing,
Por el momento, sólo queríamos señalar la importancia fundamental de los mismos y la necesidad de una gestión global de la empresa que tome en muy seria consideración estos ocho FCE.

martes, 23 de junio de 2009

EL MARKETING RELACIONAL




Estimados Srs Empresarios continuamos cpon la clase virtual, hoy dia tocaremos el tema sobre
el marketing relacional:

EL MARKETING RELACIONAL

Comencemos con una pregunta:
¿Qué esquemas, instrumentos, métodos ofrece el marketing tradicional para afrontar con eficacia la gestión de las relaciones empresa-clientes que se producen en los servicios en niveles tan altos, vinculante y continuados?
Lamentablemente, la respuesta debe ser: prácticamente ninguno. Esto obligó al desarrollo de una "especialización" del marketing denominada marketing relacional o marketing interactivo.

Concepto: actuando en el área de la calidad externa, el marketing relacional se ocupa de:

· Potenciar la eficacia de las relaciones empresa-cliente, con el fin de elevar la percepción de valor recibido en los servicios prestados, con el propósito de elevar los niveles de satisfacción de los clientes con los servicios recibidos, a fin de consolidar la fidelización de los clientes hacia la empresa, sus servicios y marcas, y de esa manera mantener altos niveles de repetición de compra a largo plazo, lo que redunda en más altos y sostenidos niveles de rentabilidad

"El marketing relacional (gestión de las relaciones) es una filosofía de negocios, una orientación estratégica que se centra en mantener y potenciar los clientes actuales." (Zeithaml y Bitner)
En la práctica, la relación que existe entre el marketing tradicional y el marketing relacional es la siguiente:

· El marketing tradicional se encarga de captar nuevos clientes y el marketing relacional se encarga de que sigan siéndolo.
· El marketing tradicional puede lograr que un cliente compre el servicio por primera vez, pero sólo el marketing relacional puede lograr que vuelva a comprarlo otra vez..., otra vez..., y otra vez.

EL MARKETING INTERNO
Concepto:
El marketing interno consiste en un conjunto de métodos y técnicas de gestión de la relación Concepto: El marketing interno consiste en un conjunto de métodos y técnicas de gestión de la relación personal-empresa que tiene como propósito lograr que el personal adopte voluntaria y espontáneamente la orientación al cliente y al servicio que es necesaria para garantizar altos, consistentes y estables niveles de satisfacción de los clientes con todos los servicios que comercializa la organización.
Es bien sabido que en los servicios, todo esfuerzo que se realice para consolidar e incrementar los niveles de satisfacción de los clientes será inútil si no cuenta con la participación activa, decidida y voluntaria del personal. Ahora bien, cuando las organizaciones del sector servicios recurrieron a las técnicas tradicionales de gestión y motivación del personal para lograr esa participación, se percataron de que las mismas planteaban serias dificultades.
a) En primer lugar, las técnicas tradicionales tienen como objetivo básico lograr la integración del personal a la empresa; las reacciones que procuran actúan en una sola dirección: desde el personal hacia la empresa.
b) En segundo lugar, tienden a sobrevalorar la importancia de la empresa.
c) Y, finalmente, las técnicas tradicionales muchas veces actúan por imposición.
En los servicios es necesario:
Primero: consolidar en el personal una fuerte orientación "hacia fuera", hacia los clientes (no "hacia dentro", hacia la organización.
Segundo: integrar al personal con los objetivos de los clientes (no sólo con los de la empresa).
Tercero: lograr las cosas por la vía del convencimiento, no de la imposición.
En consecuencia, en los servicios es necesario "vender" al personal una cultura de gestión orientada a la satisfacción de los clientes.

De la misma forma que el marketing tradicional se ocupa de convencer a los clientes y prospectos sobre las bondades y ventajas competitivas de las ofertas de la empresa, de la misma forma, y utilizando los mismos instrumentos y técnicas, es necesario convencer al personal de los valores de la cultura de la organización y de su orientación al cliente y a la calidad del servicio.

Esto sólo se logra incorporando la visión, conceptos y criterios del marketing en las relaciones que establece la empresa con su personal. No se trata de "informar", se trata de convencer. No se trata de "exigir" determinados comportamientos; se trata de lograr que el personal los adopte de forma voluntaria (tal y como los clientes compran un servicio: voluntariamente).
EL ENFOQUE TRIDIMENSIONAL
En resumen, en los servicios, el marketing tradicional no basta. Es necesario complementarlo con dos enfoques adicionales: el marketing relacional y el marketing interno y, además, dedicarle el mismo nivel de atención y preocupación a cada uno de ellos.
La interrelación y vinculación dinámica que existe entre las tres dimensiones del marketing de servicios la podemos representar de la siguiente manera.
EMPRESA
PERSONAL

A MARKETINGTRADICIONAL

B MARKETINGRELACIONAL
C MARKETINGINTERNO

A) Atrae a los clientes a la empresa

B) Eleva la eficiencia de la relación empresa - cliente reforzando sus niveles de lealtad
C) Facilita la integración del personal a los objetivos de los clientes y de la empresa
ENCUENTRO DEL SERVICIO ("Momentos de la verdad")

CLIENTES
Este es un enfoque fundamental que deben tener siempre presente los responsables de marketing que operan con servicios. No importa lo bien que lo hagan en las actividades del marketing tradicional (ventas, publicidad, promoción de ventas, merchandising, etcétera); si no alcanzan altos niveles de eficacia en el marketing relacional y en el marketing interno no estarán garantizando la subsistencia de la empresa a medio y largo plazo, que es, en esencia, la responsabilidad primera de todo responsable de marketing.
CONCLUSIÓN
Philip Kotler plantea la relación que existe entre los diferentes elementos del enfoque tri-dimensional en los siguientes términos:

El marketing tradicional (o "externo")establecey comunicalas promesas.

El marketingrelacional (o "interactivo")entregalas promesas.

El marketinginterno permiteque se entreguenlas promesas.
En resumen, la eficaz gestión de marketing en los servicios requiere que los responsables de dicha gestión no olviden nunca la siguiente secuencia
Primero

La investigación de marketing y el conocimiento de los clientes permiten diseñar servicios que satisfacen las necesidades, deseos y expectativas de los clientes (usuarios finales).

Segundo
El marketing tradicional se encarga de atraer los clientes potenciales a la empresa; sus funciones básicas son la de provocar las primeras compras y actuar como refuerzo permanente para coadyuvar a la fidelización de los clientes.
Tercero

El marketing relacional se ocupa de que los clientes sigan comprando una y otra vez (fidelización) como consecuencia de ofrecerles servicios que satisfacen todas sus necesidades, deseos y expectativas en el área de la calidad externa.
Cuarto

El marketing interno se encarga de estimular al personal, por la vía del convencimiento (y no de la imposición), para que mantenga altos, estables y consistentes niveles de calidad tanto interna como externa en la prestación de los servicios.

jueves, 18 de junio de 2009

Módulo 1 ¿Por qué no se pueden aplicar en los servicios los enfoques del marketing tradicional?primera parte







1. Los servicios no son productos: marketing de productos versus marketing de servicios

2. El enfoque tridimensional del marketing de servicios


3. Los ocho elementos del marketing mix en los servicios


4. Factores clave para el éxito en el marketing de servicios
Capítulo 1. ¿Por qué no se pueden aplicar en los servicios los enfoques del marketing tradicional?
Desde el punto de vista de la implantación del marketing, las diferencias existentes entre productos tangibles y servicios son tan importantes y determinantes que han provocado y siguen generando una necesaria y creciente separación entre sus aplicaciones en cada uno de esos sectores de negocios.

En este primer Módulo nos vamos a centrar, inicialmente, en el análisis de esas diferencias y sus consecuencias para la gestión marketing. Y luego analizaremos tres de sus principales implicaciones: el enfoque tridimensional que ha de aplicarse en el marketing de servicios, los ocho componentes del marketing mix en los servicios y los factores clave para el éxito que deben estar presentes para alcanzar altos niveles de eficacia y eficiencia en la gestión de los servicios.
1.1. Los servicios no son productos: marketing de productos versus marketing de servicios


Respecto a los productos, los servicios plantean cuatro diferencias básicas:

INTANGIBILIDAD Se define como intangibletodo aquello que no puedeser percibido mediante laintervención de algunos delos cinco sentidos (vista,oído, olfato, tacto, gusto).

SIMULTANEIDADPRODUCCIÓN-CONSUMO Aplicando la terminología usualen el área de los tangibles,podemos decir que en losservicios "el producto seelabora en el mismo momentodel consumo".

HETEROGENEIDAD YALTA INTERVENCIÓNDEL FACTOR HUMANO Los servicios son realizacionescomplejas y variables. Complejas a causa de su propia estructuración.Variables debido a queexiste una alta intervencióndel factor humano en suprestación.

CADUCIDAD En la mayoría de los casos,Si un servicio no se utilizacuando está disponible, lacapacidad de produccióninstalada para crear eseservicio se pierde
Analicemos las cuatro grandes especificidades señaladas en el recuadro anterior, que son las fundamentales, y sus consecuencias en la gestión del marketing. Veamos.

Es cierto que usualmente los servicios van acompañados por determinados elementos tangibles, denominados elementos físicos, representacio-nes físicas o evidencias físicas del servicio. Tal sería el caso de tarjetas de crédito, tarjetas para cajeros automáticos, bouchers para viajes, libretas bancarias, cheques, pólizas de seguros, billetes de empresas de transportes, contratos de diferentes índole, certificados de depósitos o valores varios, informes de un profesional, radiografías, etcétera. Pero nótese que:

Todos esos elementos sólo tienen la función de servir como soportes operativos del servicio.
No son, en realidad, el servicio que compra el usuario.

Los elementos tangibles que intervienen en la prestación de un servicio no forman parte del conjunto de beneficios que obtienen los clientes con la compra de un servicio. Son sólo los medios o soportes operativos requeridos para recibir el servicio, pero no son el servicio.

CONSECUENCIAS:

En los servicios:
Los clientes sólo compran una "promesa", el "derecho" a una prestación": en el momento de la compra, los clientes no reciben objeto alguno que puedan ver, tocar, comprobar.
Existe un mayor nivel de riesgo percibido que en los productos.
La evaluación de los servicios es más difícil.
La imagen juega un papel importantísimo (credibilidad).
Es mucho mas complicado "demostrar" un servicio en acción.
Los clientes no entran en posesión del servicio.
Los servicios no pueden ser re-vendidos.
En caso de deficiente ejecución, el servicio no puede ser "devuelto" físicamente.
Los servicios son más difíciles de comprender, definir e interpretar, por parte de los clientes.
Los servicios muy difícilmente pueden ser patentad
Pregúntese y conteste (aunque sea mentalmente)

Cuándo usted alquila un vehículo, se traslada de una ciudad a otra en avión, envía un paquete, hace una llamada telefónica, visita un médico, contrata un consultor, asiste a un curso... ¿qué es lo que realmente ha comprado?
SIMULTANEIDAD PRODUCCIÓN-CONSUMO Y SUS CONSECUENCIAS



Una línea aérea puede diseñar con todo cuidado sus itinerarios, rutas, la atención en el mostrador, el servicio a bordo, la atención a la llegada; contratar a los proveedores externos (outsourcing); puede iniciar la comercialización de sus servicios, contratar con agencias de viajes, hacer publicidad, afiches, carteles, etcétera e, incluso, vender billetes. Pero, en realidad:

Hasta que los pasajeros no llegan al aeropuerto y presentan sus billetes en el mostrador para el chequeo de salida, no se inicia la elaboración del servicio en sí (el transporte, en este caso).

Es en ese momento que se inicia tanto la elaboración como el consumo del servicio que realmente presta y vende una línea aérea (no antes).

Una empresa de seguros puede diseñar con todo cuidado un tipo específico de póliza (estudios actuariales, definición de condiciones, redacción de la documentación, procedimientos, impresión de las pólizas, etcétera), iniciar su comercialización y cerrar miles de contratos, pero el servicio en sí se iniciará a elaborar cuando sobrevenga la eventualidad que hará efectivo el pago relativo al riesgo cubierto por el plan que es, realmente, el servicio o beneficio básico que ha vendido la empresa: compensar al cliente por el daño o pérdida recibido. ¡Ese es el servicio que vende la empresa!

CONSECUENCIAS

La función de marketing no puede separarse de la función de producción: en los servicios, debido a la simultaneidad producción-consumo, prácticamente todo el personal vincula la empresa con los integrantes de su mercado (en especial, aquellos que establecen contacto directo con los clientes).

La percepción del servicio tiene una dimensión doble: en los servicios, es tan importante la "calidad interna" como la "calidad externa".

Los clientes intervienen en la elaboración y prestación del servicio.

Los servicios pueden ser modificados al infinito, sin necesidad de ser re-diseñados: como alguien dijo: "los euros que entregan todos los bancos son los mismos; la diferencia está en los cajeros".
Los servicios pueden ser fácilmente personalizados.

En la mayoría de los sectores de servicios no existen verdaderos intermediarios.

Nunca debe confundirse el diseño (procesos, detalles, sistemas, elementos tangibles, etcétera) con el servicio. El diseño, por sí sólo, no traslada a los clientes los beneficios que estos procuran.

HETEROGENEIDAD Y ALTA INTERVENCIÓN DEL FACTOR HUMANO Y SUS CONSECUENCIAS

La mayoría de los servicios que recibimos en la actualidad son, en realidad, un conjunto de sub-servicios y elementos tangibles que se integran en una oferta única con el fin de satisfacer la mayor cantidad posible de necesidades de los clientes.

Pero, además, un mismo servicio, aunque sea realizado por el mismo empleado o grupo de empleados, puede variar dependiendo de la actitud y del estado de ánimo que en cada caso asuman esos empleados. Si a esto le sumamos que el resultado final de la prestación también dependerá de la intervención de los clientes, podemos comprender el nivel de variabilidad que puede existir en un mismo servicio. Tal y como señalan Berry, Bennett y Brown en su libro Service Quality (Richard D. Irwin, Inc., Nueva York, 1989):
CONSECUENCIAS

Coordinación humano-técnica: los servicios requieren de una estrecha coordinación e integración entre los recursos humanos y técnicos (o físicos) de la empresa; cualquier fallo en uno de esos elementos o en su coordinación provocará una experiencia negativa para los clientes.

Contacto directo y vinculante muy prolongado: el proceso producción-consumo de los servicios requiere un contacto directo y vinculante empresa-cliente que se prolonga a lo largo del tiempo.
Altas posibilidades de fracaso: el servicio mejor diseñado puede fracasar en el momento de la prestación debido a las actitudes del personal.

Influencia de factores emocionales: toda prestación de servicios se produce en un ambiente emocional debido al contacto persona-persona que implica. El servicio puede ser modificado y/o mejorado sin necesidad de ser rediseñado
CADUCIDAD Y SUS CONSECUENCIAS

Piénsese, por ejemplo, una habitación de hotel sin huésped, un asiento que no se ocupa en un vuelo, una mesa de restaurante que se queda vacía, etcétera.

Desde la óptica de la implantación del marketing, las dos principales consecuencias de la caducidad de los servicios son las siguientes:

· Los servicios no pueden ser almacenados: se pueden conservar los elementos y evidencias tangibles que se utilizan como parte de un servicio, pero no el servicio en sí.·
Es más difícil mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda: en los servicios es necesario gestionar el marketing de tal manera que permita no sólo ofrecer suficiente capacidad en los períodos de demanda "punta", sino, al mismo tiempo, gestionar la demanda de tal forma que las exigencias de los clientes, que muchas veces se concentran en el tiempo o, incluso, en determinadas horas, no superen la capacidad de oferta de la empresa.

EN RESUMEN

Como acabamos de ver, entre los productos tangibles y los servicios existen diferencias de importancia cuando se analizan desde la óptica del mercado. Estas diferencias nos llevan a algunas conclusiones importantes:

Los servicios no son productos.
Los productos son objetos, los servicios son prestaciones.
Un servicio es un proceso interactivo.
Los servicios ni se usan ni se consumen, se experimentan.

En consecuencia:

SI LOS SERVICIOS NO SON PRODUCTOS, NO DEBEN NI PUEDEN GESTIONARSE COMO SI LO FUESEN.

SI LOS SERVICIOS NO SON PRODUCTOS, LA GESTIÓN DEL MARKETING NO PUEDE REALIZARSE COMO SI LO FUESEN.
En el cuadro siguiente tenemos una visión esquemática y resumida de las diferencias entre productos y servicios.

PRODUCTOS

Los productos son tangibles.
Los productos son ofertas estándar (todos son iguales)
En los productos la producción está separada del consumo.
Los productos son perdurables y pueden ser almacenados.
En los productos, las empresas usualmente no entran en contacto con los consumidores.
La demanda en los productos es estándar dentro de la misma categoría.
Los consumidores no participan en la elaboración de los productos.
En los productos es difícil la personalización del producto.
En los productos, las empresas pueden definir con precisión las "ofertas" que harán al mercado antes de su entrega al consumidor.
La percepción de calidad de los productos depende, básicamente, de sus niveles de calidad interna o técnica.
En los productos, el nivel de riesgo percibido es relativamente bajo.
En los productos, los compradores entran en posesión de un bien físico.
En los productos, la función de marketing puede separarse de la función de producción.
Los productos que lo requieren disponen de amplias redes de distribución externas que las empresas pueden utilizar.
En los productos, si se dispone de suficientes recursos, es posible equilibrar la oferta con la demanda existente.
En los productos, si se dispone de suficientes recursos, es posible equilibrar la oferta con la demanda existente.

SERVICIOS

Los servicios son intangibles.
Los servicios son heterogéneos y variables (las prestaciones no necesariamente son iguales entre sí).
Los servicios se "producen" y consumen al mismo tiempo.
Los servicios no son perdurables (caducidad) y no pueden ser almacenados.
En los servicios se produce un contacto directo y continuado con los clientes.
En los servicios, los clientes plantean demandas personales ante el mismo servicio.
Los clientes participan en la "producción" de los servicios.
En los servicios es relativamente fácil personalizar la oferta.
La propia gestión de los servicios hace que sea prácticamente imposible definir y controlar todas las características del servicio que el personal "entrega" finalmente al cliente.
En los servicios, la calidad externa es tan o más importante que la calidad interna.
En los servicios, el nivel de riesgo percibido es más alto.
En los servicios, los clientes sólo adquieren el derecho a una prestación.
En los servicios es imposible separar la función de marketing de la función de producción.
En la mayoría de los sectores de servicios no existen verdaderos intermediarios capaces de trasladar los servicios de un lugar a otro.
En los servicios es imposible garantizar un perfecto ajuste entre la oferta y la demanda.
producción.
En la mayoría de los sectores de servicios no existen verdaderos intermediarios capaces de trasladar los servicios de un lugar a otro.En los servicios es imposible garantizar un perfecto ajuste entre la oferta y la demanda.
La pregunta que debemos hacernos es:¿Se pueden aplicar en los servicios los principios del marketing tal y como se desarrollaron en el sector de los tangibles?
Para responder a esta cuestión debemos contestar, primero, a otra pregunta:
¿De qué forma afectan las especificidades de los servicios a la implantación del marketing?


Veamos, esquemáticamente, en listas que no pretenden ser exhaustivas, la forma como las características diferenciadoras de los servicios afectan a las diferentes funciones del marketing mix tradicional.

Característica diferenciadora

1. Los servicios son intangibles

2. Los servicios son heterogéneos y variables

3. Los servicios se producen y consumen al mismo tiempo

4. Los servicios no son perdurables: caducidad

5. En los servicios se produce un contacto directo y continuado con los clientes

6. En los servicios, los clientes plantean demandas personales ante el mismo servicio

7. Los clientes participan en la producción de los servicios

8. En los servicios es relativamente fácil personalizar la oferta

9. En los servicios, la calidad externa es tan o más importante que la calidad interna

10. En los servicios, el nivel de riesgo percibido es más alto

11. En los servicios, los clientes sólo adquieren el derecho a una prestación

12. En los servicios, es imposible garantizar un ajuste perfecto entre la oferta y la demanda

Funciones del marketing tradicionalque son afectadas

Producto: Diseño del producto. Gestión del producto. Características técnico-funcionales. Presentación, empaquetado. Tangibilización de la oferta. Marcas y sub-marcas.Comunicación: Imagen. Representación del servicio en acción. Credibilidad, prestigio.Precio: Fijación del precio.
Producto: Gestión del producto. Gestión de la calidad. Estándares para la prestación. Diseño flexible del producto.

Distribución: Gestión de las relaciones empresa-mercado. "Redes internas" que son una mezcla de distribución-venta-producción. Gestión de sucursales. Gestión de agentes externos de venta. Merchandising. Gestión de quejas y reclamaciones.

Distribución: Logística operativa. Gran parte de las funciones de distribución ya señaladas.
Distribución: Gestión de las relaciones con la clientela.Producto: Gestión del producto. Diseño del producto. Gestión de la calidad.Comunicación: Imagen, credibilidad. Comunicación boca-a-boca.Precio: Percepción del valor recibido.

Producto: Diseño del producto. Gestión del producto. Flexibilidad de las ofertas. Gestión de la calidad. Posibilidad de alcanzar altos niveles de satisfacción.Distribución: Gestión de las relaciones con los clientes. Gestión de las redes internas de distribución-venta-producción.
Producto: Prácticamente, todos los aspectos ya señalados.

Producto: Gestión del producto en todas sus facetas.Precio: Percepción del valor percibido.Distribución: Gestión de las redes internas de distribución-venta-producción.
Producto, Precio, Distribución: Prácticamente, todos los aspectos señalados antesComunicación: Gestión de las expectativas de los clientes

Comunicación: Imagen, credibilidad. Tangibilización de la oferta.
Comunicación: Imagen, credibilidad.Distribución: Gestión de las garantías. Servicios de apoyo antes, durante y después de la venta.Producto: Personal: profesionalidad, fiabilidad, credibilidad. Tangibilización de la oferta.

Producto: Diseño, gestión.Comunicación: Gestión y nivelación de la demanda
El esquema anterior nos permite afirmar que:

Prácticamente todas las funciones del marketing mix se ven, en mayor o menor medida, afectadas por las características diferenciadoras de los servicios.

Y es que, como señalamos inicialmente:Los servicios no son productos y, en consecuencia, no pueden ser gestionados como tales.
No se trata, pues, de una discusión semántica o académica; se trata, en realidad, de determinar la eficacia potencial de los principios generales del marketing tradicional cuando se aplican en los servicios.
1.2. El enfoque tridimensional del marketing de servicios
Las diferencias entre productos y servicios que acabamos de ver implican que la relación empresa-mercado es muy diferente en los servicios respecto a la que se produce en los tangibles y, como es lógico, esta realidad provoca que los modelos y esquemas en los que se sustenta el marketing tradicional sean de imposible aplicación en los servicios. Tanto es así que obligan a que en los servicios el marketing deba, necesariamente, implantarse en tres dimensiones:

MARKETINGTRADICIONAL

MARKETINGRELACIONAL

MARKETINGINTERNO
EL MARKETING TRADICIONAL
En el marketing tradicional (estructurado para productos de consumo masivo comercializados mediante una amplia distribución externa) no se tomó en consideración la relación empresa-usuario final (absolutamente necesaria en los servicios) y, en consecuencia, no se incluyó como un elemento determinante para el éxito de mercado. No es hasta el 2004 que la American Management Association incluye el vínculo empresa-consumidor como parte de su renovada definición del marketing
Ahora bien, como sabemos, el objetivo fundamental del marketing es alcanzar la máxima participación de mercado para la empresa. Y también sabemos que para mantener una alta participación de mercado es necesario lograr que los mismos consumidores o clientes compren una y otra y otra vez el mismo producto o servicio.
En los servicios:

La repetición de compra pasa necesaria y constantemente por la calidad "externa" de las ofertas de la empresa y depende de los niveles de eficacia que se alcancen en la interacción, directa y continua, que se establece entre la empresa y sus clientes (usuarios finales).
La aplicación de los modelos tradicionales del marketing en los servicios puede lograr que una persona compre un nuevo servicio por primera vez, pero sólo la eficaz gestión de la relación empresa-cliente logrará que esa persona deje de ser un comprador ocasional para convertirse en un cliente de la organización en el verdadero sentido de esta palabra; es decir, un comprador que mantiene vivo el ciclo de repetición de compra

martes, 16 de junio de 2009

GENERAR LEALTAD CON CLIENTING







Generar Lealtad con Clienting.
El clienting es un enfoque en el modo de hacer negocios en el explicitamenmte se intenta influir en los comportamientos de la lealtad de los clientes. en el clienting se integra todas las estrategias del negocios que actùan sobre el cliente ya sea antes de la venta durante la venta o despues de la venta con el proposito de generarse lealtad.
El Clienting es un nuevo negocios en el que explicitamente se integra las actividades de marketing, venta, y servicios, esta visiòn global que engloba de un medio integral la relaciòn con el cliente potencial cada una de las politicas de marketing, ventas, servicios y proporciona unas mejores resultados finales tanto en terminos econòmicos para la empresa, como en terminos de percepciòn de valor para el cliente.
El clienting comprende todas las acciones que las empresas emprende en el proceso de gestiòn de clientes antes de la venta, para segmentar al cliente, y conocerlo mejor; en la venta para personalizar y humanizar el proceso; y tras la venta, para ejecutar un servicio de posventa en el que se gane la satisfacciòn y fidelizaciòn futura de los mejores clientes.
EL Clienting tambien ayuda a potenciar las actitudes de servicio en las personas que dirige las empresas y en los empleados en contacto directo con el cliente. si los directivos notrabajan con un enfoque de negocios sano y no consigue transmitir a todos un aactitud sincera de servicio el Clienting se quedaria simplemente en un manejo màs o menos genial de las base de datos, de los
programas de fidelizaciòn en base a puntos o de las promociones con soporte informatico de ultima generaciòn.

martes, 9 de junio de 2009

LA WEB 2.0 AL SERVICIO DE LA ATENCIÓN AL CLIENTE





LA WEB 2.0 AL SERVICIO DE LA ATENCIÓN AL CLIENTE
Los centros de atención al cliente se han apuntado a la moda del 2.0. La utilidad de las páginas de redes sociales en internet va más allá de las relaciones de ocio y entretenimiento entre sus usuarios, ahora además se emplean como medio de atención al cliente, actividad que tradicionalmente se ha hecho por teléfono.
El consultor Lic. Luis Alberto Paredes Lescano de A-Team Consulting Peru, ha afirmado que los contact center tienen un reto y es adaptar sus oficinas a las nuevas tecnologías y demandas del cliente optando por canales especializados de información.
comodidad que supone la red para los clientes está causando una inevitable modernización del sector. como asesor en marketingmi que esta mejora debe centrarse en la automatización de las respuestas. Por otro lado, el responsable del Centro Experto CRM/BI de informática, en el futuro los contact center deberían de estar comunicados todos entre sí.

LAS CLAVES PARA ADAPTARSE A LA NUEVA FRUGALIDAD DE LOS CLIENTES
Si la frugalidad y la austeridad son la norma para los consumidores en unos mercados en constricción, cabe preguntarse si los anunciantes y los profesionales de la comunicación están listos para esta vuelta de tuerca que exige nuevos cánones de actuación tras años de derroche, según un análisis de Ad Age.

Los consumidores son responsables de un 70% del PIB, y desde que esta cifra ha comenzado a contraerse debido a la recesión, puede proyectarse una tendencia a un menor consumo estructural, que haría necesario un replanteamiento de las bases del sistema. En el pasado el salario suponía un 68% de los ingresos de un hogar, mientras que el resto provenía de otras formas de ingresos como inversiones. Pero ante la naturaleza de la situación actual cabe preguntarse si a partir de ahora emergerá una economía que prescinda de las inversiones como un medio de riqueza y por lo tanto como un motor del consumo.
Actualmente la economía se está contrayendo a niveles que muestran un consume más frugal y una menor confianza del clientes, que podría mantenerse en el tiempo, con una recuperación que arrastrará altas tasas de desempleo.
Este nuevo paradigma dominante desafía el actuar de los anunciantes para calibrar las nuevas estrategias ante un cambio que parece ser estructural y que dejará por el camino a quienes no sepan adaptarse. En este sentido Ad Age propone cuatro propuestas para seguir el paso al cambio.
1. Repensarse el producto, mientras los consumidores aprenden a vivir con nuevos ingresos y la austeridad se convierte en un nuevo bien deseable, los anunciantes deben refaccionar productos que sean percibidos como derrochadores o como una amenaza para el medio ambiente.
2. Replantearse la promoción, a medida que los mercados se vuelven más tribales, la comunicación debería ser más eficiente, segmentada y personalizada. En este sentido será fundamental reformar las estrategias para la televisión, que a pesar de haber sido durante años el astro rey del sector, ahora con la fragmentación de las audiencias y la existencia de cada vez más canales su alcance ya no será tan universal.
3.Reformular el precio y replanearse llegar a segmentos sociales étnicos o raciales que hasta ahora habían sido ignorados para bajar la presión sobre la entrada de ingresos para generar beneficios.
4. Rediseñar el emplazamiento del producto y apostar fuerte por mercados emergentes que no han sido fuertemente afectados por la crisis y tienen un buen apetito por los productos importados, que perciben como novedosos.

martes, 2 de junio de 2009

LAS CLAVES PARA ADAPTARSE A LA NUEVA FRUGALIDAD DE LOS CLIENTES







LAS CLAVES PARA ADAPTARSE A LA NUEVA FRUGALIDAD DE LOS CLIENTES
Si la frugalidad y la austeridad son la norma para los consumidores en unos mercados en constricción, cabe preguntarse si los anunciantes y los profesionales de la comunicación están listos para esta vuelta de tuerca que exige nuevos cánones de actuación tras años de derroche, según un análisis
Los consumidores son responsables de un 70% del PIB, y desde que esta cifra ha comenzado a contraerse debido a la recesión, puede proyectarse una tendencia a un menor consumo estructural, que haría necesario un replanteamiento de las bases del sistema.
En el pasado el salario suponía un 68% de los ingresos de un hogar, mientras que el resto provenía de otras formas de ingresos como inversiones. Pero ante la naturaleza de la situación actual cabe preguntarse si a partir de ahora emergerá una economía que prescinda de las inversiones como un medio de riqueza y por lo tanto como un motor del consumo.
Actualmente la economía se está contrayendo a niveles que muestran un consume más frugal y una menor confianza del clientes, que podría mantenerse en el tiempo, con una recuperación que arrastrará altas tasas de desempleo.
Este nuevo paradigma dominante desafía el actuar de los anunciantes para calibrar las nuevas estrategias ante un cambio que parece ser estructural y que dejará por el camino a quienes no sepan adaptarse. En este sentido Ad Age propone cuatro propuestas para seguir el paso al cambio.
1. Repensarse el producto, mientras los consumidores aprenden a vivir con nuevos ingresos y la austeridad se convierte en un nuevo bien deseable, los anunciantes deben refaccionar productos que sean percibidos como derrochadores o como una amenaza para el medio ambiente.
2. Replantearse la promoción, a medida que los mercados se vuelven más tribales, la comunicación debería ser más eficiente, segmentada y personalizada. En este sentido será fundamental reformar las estrategias para la televisión, que a pesar de haber sido durante años el astro rey del sector, ahora con la fragmentación de las audiencias y la existencia de cada vez más canales su alcance ya no será tan universal.
3.Reformular el precio y replanearse llegar a segmentos sociales étnicos o raciales que hasta ahora habían sido ignorados para bajar la presión sobre la entrada de ingresos para generar beneficios.
4. Rediseñar el emplazamiento del producto y apostar fuerte por mercados emergentes que no han sido fuertemente afectados por la crisis y tienen un buen apetito por los productos importados, que perciben como novedosos.